Haciendo lo que nos gusta ¿Qué es una experiencia óptima?

Haciendo lo que nos gusta ¿Qué es una experiencia óptima?

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¿Qué es el estado de flow o experiencia óptima?

La experiencia óptima o flow es una sensación de que las propias habilidades son adecuadas para enfrentarse con los desafíos que se nos presentan, una actividad dirigida hacia unas metas y regulada por normas que, además, nos ofrece unas pistas claras para saber si lo estamos haciendo bien. La concentración es tan intensa que no se puede prestar atención a pensar en cosas irrelevantes respecto a la actividad que se está realizado, o para preocuparse. La conciencia de sí mismo desaparece, y el sentido del tiempo se distorsiona. Una actividad que produce tales experiencias es tan agradable que las personas desean realizarla por sí misma, y se preocupan poco por lo que van a obtener de ella, incluso aunque la actividad que realizan sea difícil o peligrosa.

Mihalyi Csikszentmihalyi
Profesor de psicología en la Universidad de Claremon

 

Características de la experiencia óptima

La relación entre las habilidades y el desafío que la tarea representa

Las personas que experimentan el flow o experiencia óptima la describen como un reto a las habilidades. Así, el músico perfecciona su ejecución del instrumento, el escalador busca picos cada vez más altos y escarpados, o el religioso intenta vivir una vida de una caridad y fe más profundas. En la relación entre habilidades y desafíos de la tarea se producen una serie de fenómenos determinados por el interjuego que se produce entre ambos factores. Si los desafíos son demasiado altos, nos quedamos frustrados, después preocupados y, por último, ansiosos. Si los desafíos son demasiado bajos con relación a nuestras capacidades nos sentimos relajados y después aburridos. Si percibimos que los desafíos y las capacidades presentan un bajo nivel nos
sentimos apáticos. Pero cuando tenemos que enfrentarnos a un alto nivel de desafíos que implica la aplicación de un alto nivel de capacidades, es probable que se produzca una profunda participación y es ésta la que separa los estados de fluidez de las experiencias ordinarias (Csikszentmihalyi, 1998, p. 43).

¿Qué es la psicología positiva?

Massimini y Carli (1998, en Mesurado, 2009a) complejizaron el modelo, presentando ocho combinaciones posibles entre la relación de desafío y habilidad.

De esta manera, la relación entre habilidades y desafíos puede determinar:

que es la experiencia óptima

  1. Estado de inicio de la excitación, cuando los desafíos son altos y las habilidades moderadas,
  2. Estado de flow, cuando los desafíos son altos y las habilidades también son altas,
  3. Estado de control, cuando el desafío es moderado y la habilidad es alta,
  4. Estado de aburrimiento, cuando el desafío es bajo y la habilidad es alta,
  5. Estado de relajación, cuando el desafío es bajo y la habilidad moderada,
  6. Estado de apatía, cuando el desafío y la habilidad son bajos,
  7. Estado de preocupación, cuando el desafío es moderado y la habilidad baja y
  8. Estado de ansiedad, cuando el desafío es alto y la habilidad baja.

Balance entre las habilidades y el desafío. Características

Así pues, el balance entre ambos factores determina una serie de características que han sido ampliamente descriptas por Csikzentmihalyi (1998), tales como:

  1. Uno se siente completamente involucrado, enfocado, concentrado en lo que está realizando.
  2. Hay un cierto sentido de éxtasis, de estar extramuros de la realidad cotidiana.
  3. Hay una gran claridad interna. Se sabe perfectamente lo que hay que realizar y lo bien que lo estamos realizando. La retroalimentación es permanente.
  4. Existe el conocimiento de que nuestras habilidades son adecuadas a los desafíos que la tarea presenta.
  5. Hay una sensación de calma, serenidad. No hay preocupaciones acerca de uno mismo, y existe un sentimiento de estar expandiéndose más allá de los límites del yo.
  6. Distorsión en el sentido del tiempo. Uno se encuentra tan enfocado en el presente que las horas parecen volar.
  7. Motivación intrínseca. Aquello que a uno le produce flow, debe ser un motivo por sí mismo para hacerlo.

Actividades que promueven el flujo

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La aparición de la experiencia del flujo está determinada, al mismo tiempo, tanto por factores individuales, como por características de la actividad. Esto es así en cuanto que la experiencia óptima se produce cuando existe equilibrio entre el desafío que presenta la tarea, por un lado, y las habilidades y sensación de control por parte del individuo. Csikzentmihalyi describe que ciertas actividades han sido diseñadas específicamente para producir experiencias óptimas, tales como la creación musical, el andinismo, la danza, el ajedrez, etc. Esto es así, porque las mismas tienen ciertas reglas que favorecen el aprendizaje de diferentes habilidades, conducen a objetivos, proveen retroalimentación y hacen posible el control (1990).

La relación entre las características de la actividad realizada y la experiencia de flujo psicológico fue abordada por una investigadora argentina (Mesurado, 2009b). En su estudio confirma lo dicho por Csikzentmihalyi (1990) al respecto: aquellas actividades que permitían generar, en primer lugar, sensación de dominio y control y, en segundo lugar, sensación de autonomía y libertad, parecían elicitar con mayor facilidad experiencias de flujo. Sin embargo, las características de la actividad en cuestión no garantizan por sí mismas, la aparición del flujo. La misma parece estar determinada, a su vez, por las capacidades personales, la percepción y la actitud que se tiene frente a la tarea.

Referencias

  • Csikszentmihalyi, M. (1990). Fluir (flow). Una psicología de la felicidad. Barcelona: Kairós.
  • Csikzentmihalyi, M. (1998). Aprender a fluir. Barcelona: Kairós.
  • Mesurado, B. (2009a). Comparación de tres modelos teóricos explicativos del constructo experiencia óptima o flow. Interdisciplinaria, 26 (1), 121-137. Recuperado de: http://www.scielo.org.ar/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1668-70272009000100006
  • Mesurado, B. (2009b). Actividad estructurada vs. actividad desestructurada, realizadas en solitario vs. en compañía de otros y la experiencia óptima. Anales de psicología, 25 (2), 308-315. Recuperado de: http://www.um.es/analesps/v25/v25_2/13-25_2.pdf
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Francisco Javier González del Solar

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