¿Cómo sé si mi hijo debe ir al psicólogo?

¿Cómo sé si mi hijo debe ir al psicólogo?

¿Necesitás terapia?

En mi práctica clínica, recibo padres preocupados por diversas razones: su hijo tiene dificultades en la escuela, problemas de conducta o lo ven con un estado de animo triste, entre otras cuestiones.

Es comprensible que como padre o madre te preguntes: ¿cómo saber cuándo es el momento de obtener ayuda profesional para un niño o adolescente que está ansioso, deprimido o enojado más de lo que cabría esperar? ¿Hago caso del consejo que me dio mi amiga que ha criado a dos hijos? ¿Busco información en Internet y relleno algún cuestionario (aunque los resultados no sean precisos)?

Llevarlos a una consulta psicológica puede resultar estresante y sobre todo confuso para la mayoria de los padres.

Algunas "piedras" en el camino son normales

Algunos cambios de humor, ansiedad, así como dificultades sociales y escolares son esperables y forman parte del desarrollo a medida que los niños crecen. Yo las llamo "piedras" en el camino.

Estos desafíos que forman parte del desarrollo pueden requerir que tu hijo/a cambie su perspectiva o que aprenda nuevas habilidades. En la mayoría de los casos, con un poco de apoyo, sensibilidad y paciencia por parte de los progenitores, los niños pueden resolverlo.

Cuando aparecen estas dificultades, animo a los padres a intentar escuchar primero, y validar la experiencia de su hijo, después. Es natural querer saltarse este primer paso e ir directamente a resolver el problema, sin embargo, en la mayoría de los casos los niños solo necesitan saber que los escuchan y entienden. Algunas frases que puedes usar para validar sus sentimientos son:

  • "Veo que esto es realmente difícil para vos"
  • "Me doy cuenta de que has estado luchando últimamente"
  • "Entiendo que te enojes, a mi también me pasaba cuando me retaban"

Te sorprenderás de hasta qué punto validar la experiencia de tu hijo puede ayudarle a sentirse escuchado. Entonces, estará más receptivo a hablar sobre cómo superarlo.

Confía en tus instintos

Si bien puede ser útil obtener información y consejos de otras personas o fuentes, sos vos quien conoce mejor que nadie a tu hijo/a. Si el estado de ánimo y las reacciones emocionales de tu hijo/a son inusuales, o simplemente tenes la intuición de que algo anda mal, confía en tu instinto. Si crees que tu hijo se beneficiará de ver a un psicólogo infantil, lo más probable es que sea la decisión correcta, así que te aconsejo reservar un horario para un primera consulta en la que podrás valorar con el psicólogo la idoneidad de que tu hijo empiece a ver a un psicólogo.

4 señales de que tu hijo/a puede necesitar la ayuda de un psicólogo

Hay varias señales que pueden servir como indicadores de que tu hijo necesita ayuda de un profesional de la salud mental:

  1. El problema que tu hijo está teniendo está generando dificultades en algún área de su vida, como las relaciones familiares, el rendimiento académico, las actividades de ocio o las amistades.
  2. Síntomas físicos difíciles de explicar. Los niños en muchas ocasiones no son capaces de explicar verbalmente sus sentimientos, entonces, puede que la ansiedad generada por alguna dificultad que pueda estar teniendo se presente en forma de síntomas físicos. Por ejemplo, si tu hijo/a se ha quejado de tener dolor de estómago o de cabeza, pero no hay ningún problema de salud física subyacente identificado, esto podría ser un signo de problemas de ansiedad.
  3. Un cambio en las reacciones emocionales. Si un niño muestra mayor angustia, llanto frecuente, tristeza, enojo, irritabilidad, agitación o no participa en actividades que antes disfrutaba, esto también puede indicar que existe alguna dificultad problemas de salud mental con los que un psicólogo podría ayudar.
  4. No se adapta al cambio. Los niños (al igual que los adultos) se esfuerzan por adaptarse a los cambios importantes de la vida, como el divorcio de los progenitores, una mudanza o la muerte de un ser querido. Si percibes que tu hijo/a experimenta dificultades persistentes para adaptarse a ese cambio, puede indicar una dificultad por la que valga la pena obtener ayuda.

¿Qué sucede en la terapia?

No importa qué tipo de terapia elijas, es probable que tanto vos, como tu hijo/a esten nerviosos por ir a la consulta del psicólogo por primera vez. Además, una duda frecuente que tienen los padres y madres es: ¿cómo le explico a mi hijo que va a ir al psicólogo? De forma muy resumida, suelo decir a los progenitores que introduzcan la figura del psicólogo diciendo algo así como: "Mamá y papá hemos conocido a alguien que habla con las personas, muy especialmente con los niños, sobre sus preocupaciones, pensamientos y sentimientos. Pensamos que sería una buena idea reunirnos con ella. Nos pareció muy simpática y creemos que a vos tambien te caerá bien."

A veces, el psicólogo puede invitar al padre, a la madre o a ambos a participar en parte de una sesión. También puede haber "experimentos" para la familia para que el padre y la madre sean parte del proceso. Puede ser tan simple como hablar con tu hijo todas las noches sobre lo mejor y lo peor de su día y sobre cómo lo manejaron o lo que aprendieron de ello.

Es difícil saber cuánto tiempo van a durar las sesiones con el psicólogo, ya que, depende de cada niño, del motivo de consulta, la asiduidad de las sesiones, el trabajo que la familia haga en casa, etc.

Las tres preguntas fundamentales

No siempre es fácil determinar si un niño o niña necesita terapia. Como norma general, suelo plantear tres preguntas fundamentales para discernir si un niño o niña necesita acudir a terapia:

  • ¿Tu hijo o hija está sufriendo?
  • ¿La vida de tu hijo o hija se está viendo afectada en algún área (social, escolar o familiar)?
  • ¿Puede suponerle alguna dificultad en el futuro?

Si respondiste que sí a alguna de las preguntas anteriores, entonces te aconsejo que contactes con un psicólogo para explorar en mayor profundidad si es necesario iniciar un proceso terapéutico.

Compartir este artículo:

Artículos recomendados:

0 Comentarios

Dejar un comentario