¿Para qué sirven las habilidades sociales? ¿Qué son?

¿Para qué sirven las habilidades sociales? ¿Qué son?

¿Necesitás terapia?

Es un hecho que a lo largo de nuestras vidas tendremos que enfrentar innumerables situaciones sociales de diferente tipo. Hablar con nuestros padres, reír con un compañero de clase y pedirle matrimonio a nuestra pareja; así como reclamar por un mal servicio por teléfono o discutir con el jefe alguna situación laboral. Si no somos muy buenos enfrentando estas situaciones, puede que nos hayamos comprendido muy bien para qué sirven las habilidades sociales.

Siempre que estamos con los otros tenemos que echar mano de ellas para lidiar con los otros de una u otra forma.

Y así como es cierto que tenemos que vivir nuestra vida con otros, también lo es que no todos somos igualmente capacitados. Algunos pueden mirar con envidia el desenvolvimiento de los otros. Ya por sus habilidades de seducción, pero también en la negociación. O quizás algún docente que mira con cierto anhelo la relación que su compañero tiene con sus alumnos.

Esto ocurre porque estas habilidades no son algo que heredemos, sino que las aprendemos. Y no todas las familias y ambientes sociales refuerzan de la misma manera ni las mismas conductas. Hay quien sonríe y festeja a un niño que hace una picardía, mientras otros pueden castigar ese mismo hecho con rigurosidad.

En este artículo hablo sobre las habilidades sociales: qué son, cuáles son y para qué sirven.

Entonces, ¿qué son las habilidades sociales?

Como ya venía insinuando más arriba, las habilidades sociales son esos recursos que ponemos en juego cuando interactuamos con otras personas. Las utilizamos para persuadir a los demás y motivarlos para que se comporten de cierta manera, como cuando pedimos un aumento en el trabajo. Pero también cuando queremos expresar algo de nosotros mismos, como cuando le decimos a alguien que nos gusta.

Una gran habilidad social es la asertividad. Acá te dejo algunos motivos por los que te conviene ser asertivo.

Definición de habilidades sociales

Un referente del tema es Vicente Caballo (2002), quien define las habilidades sociales como:

La conducta socialmente habilidosa es ese conjunto de conductas emitidas por un individuo en un contexto interpersonal que expresa los sentimientos, actitudes, deseos, opiniones o derechos de ese individuo de un modo adecuado a la situación, respetando esas conductas en los demás, y que generalmente resuelve los problemas inmediatos de la situación mientras minimiza la probabilidad de futuros problemas

Entonces, como veníamos diciendo, la habilidad social son aquellos comportamientos que actuamos frente a otros. Y, dice Caballo, son para expresar sentimientos, actitudes, deseos, opiniones o derechos de un modo adecuado.

No sólo nos expresamos, sino que lo hacemos de un modo apropiado al contexto. Por ejemplo, no sería muy apropiado pedirnos un día de licencia en el trabajo haciendo un berrinche tal que si tuviéramos 4 años y quisiéramos un chupetín. Eso no sería muy habilidoso, ¿no? En cambio, decirle a nuestro compañero que debe llegar a horario al trabajo y no media hora tarde como siempre lo hace. ¡Eso si sería ideal!

Cuando no somos lo suficientemente habilidosos, entonces podemos tener problemas como el bullying o sufrir otras formas de acoso.

El repertorio de nuestras habilidades sociales repercute notablemente en nuestra autoestima.

Con estas herramientas podemos resolver problemas que enfrentamos en el día a día. En los ejemplos, (no) resolveríamos nuestro deseo de tomarnos un descanso y el abuso que implica que un compañero llegue tarde todos los días.

¿Cuáles son las habilidades sociales básicas o las más importantes? ¿Cuáles las avanzadas?

Para Goldstein (1980), las habilidades sociales son un conjunto de habilidades y capacidades (variadas y específicas) para el contacto interpersonal y la solución de problemas de índole interpersonal y/o socioemocional. Estas habilidades y capacidades se aplican en actividades desde básicas hasta avanzadas e instrumentales.

Conforme vamos creciendo, vamos necesitando un abanico cada vez más grande de recursos. Las situaciones sociales se van diversificando y también debería hacerlo nuestro repertorio de herramientas.

Para comprender cuáles son las habilidades básicas y cuáles las más avanzadas, es fundamental comprender sus componentes.

Componentes de las habilidades sociales

  1. Componentes conductuales. Son los elementos que componen la llamada comunicación no verbal, o aquello que decimos sin pronunciar palabra. Por ejemplo, las miradas, la expresión facial, la postura corporal, la distancia de los cuerpos, el contacto físico, la apariencia personal, etc.
  2. Componentes paralingüísticos. Acompañan a lo que decimos. Son la forma en que expresamos lo dicho. El volumen, el timbre, el tono y la inflexión de la voz, la velocidad y la fluidez en lo que estamos diciendo, son los elementos paralingüísticos.
  3. Componentes verbales. Es lo propiamente dicho. Son las palabras que utilizamos para comunicar nuestras ideas, expresar nuestros sentimientos, para hacer un razonamiento o para argumentar en un debate.
  4. Componentes cognitivos. Tienen que ver con nuestros pensamientos y nuestra comprensión de la situación social que nos toca afrontar. Según sea esta comprensión, elegiremos tal o cual otra forma de actuar. Tendríamos que distinguir, por ejemplo, una situación formal de una situación coloquial o informal.
  5. Componentes fisiológicos. Es lo que se manifiesta en nuestro cuerpo. Se manifiestan como activación en el sistema nervioso, en la respiración o en nuestro sistema digestivo. Por ejemplo, cuando alguien nos intimida podemos sentir una aceleración del pulso cardíaco y un aumento de sudoración en las manos.

No es que siempre que nos relacionamos con alguien estamos pendientes a todos estos elementos. Bueno, sí, pero no de manera consciente. El tema es que si no somos lo suficientemente habilidosos, deberíamos revisar esos automatismos. Muchas veces nos pasa que comprendemos A por B. Por ejemplo, no descubrir la sutileza que puede haber entre la diferencia de un alumno que tiene la mirada perdida y está sin prestar atención, de aquel que tiene la mirada fija, pero aun así está concentrado.

Algunas habilidades sociales más básicas serían: escuchar, iniciar y mantener una conversación, formular una pregunta, dar las gracias, presentarse o tener un gesto con alguien. Mientras que algunas habilidades más avanzadas serían: pedir ayuda, participar en un debate, dar y seguir instrucciones, disculparse y convencer a los demás.

¿Para qué sirven las habilidades sociales?

Con todo lo dicho queda claro para qué sirven las habilidades sociales. Sirven para resolver problemas y para conseguir ciertas metas que nos proponemos.

La inteligencia emocional es, para Goleman (1995), un conjunto de destrezas, habilidades, actitudes y competencias para comprender y controlar las emociones propias y de otros en pos de obtener ciertos resultados.

Podemos pensar en las habilidades sociales del niño en el aula o en la escuela. Un niño incompetente socialmente puede ser víctima de bullying, y también victimario. Ambos están faltos de recursos sociales de afrontamiento para resolver conflictos.

Aquí algunas palabras acerca de la inteligencia emocional.

Estas habilidades son útiles para, por ejemplo, formular una pregunta frente a un auditorio, o para hablar en público. Algunos alumnos suelen sentirse incómodos para pasar a dar lección debido a la falta de habilidades y a la vergüenza que siente frente a tamaña exposición.

Jóvenes y adultos se ven igualmente necesitados de desarrollar estos recursos que les permitan favorecer la convivencia en sus casas y también en sus espacios de trabajo. Son útiles para hacer y rechazar peticiones, como las que nos puede hacer algún compañero de trabajo. Y si estamos en algún puesto gerencial, entonces nos servirán a la hora de negociar un contrato con algún cliente.

Pero además hay ciertas condiciones de salud que dificultan especialmente el desarrollo de estas habilidades. Pacientes con síndrome de asperger o de down, autismo u otras condiciones mentales pueden requerir de un entrenamiento específico en habilidades sociales más elementales.

 

En cualquier caso, todos necesitamos un aprendizaje de estas herramientas que nos abran las posibilidades. Cuando tenemos más recursos, también seremos más capaces de tener relaciones más sanas y comunicaciones más efectivas.

 

¿Qué habilidades sociales te gustaría desarrollar?

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Francisco Javier González del Solar

¡Hola, lector! Soy el creador de Psicositio. Disfruto mucho dando a conocer esta interesantísima ciencia que es la psicología. Ojalá disfrutes de la lectura. ¡No olvides dejarme tus impresiones en los comentarios!

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