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Una cura para la ansiedad social

Una cura para la ansiedad social

“Hemos establecido un nuevo récord mundial en tratar efectivamente los trastornos de ansiedad social”, dice Hans M. Nordahl, un profesor de medicina conductual de la Universidad Noruega de Ciencia y Tecnología (UNCyT). Él ha liderado un proyecto con un equipo de doctores y de psicólogos de la UNCyt y de la Universidad de Mánchester en Inglaterra para examinar los efectos de la terapia hablada estructurada y la medicación en pacientes con trastorno de ansiedad social.

Hasta ahora, se pensaba que una combinación de terapia cognitiva y medicación era el tratamiento más efectivo para estos pacientes. Los resultados de estos investigadores, que acaban de publicar en la revista Psychotherapy an Psychosomatics, muestran que la terapia cognitiva por sí misma tiene un efecto mucho mejor a largo plazo que tan sólo las drogas o el tratamiento combinado.

Cerca del 85% de los participantes del estudio mejoraron significativamente o resultaron completamente saludables con solo la terapia cognitiva.

“Este es uno de los mejores estudios en los trastornos de ansiedad social”, dice Nordahl. “Ha tomado diez años terminarlo y ha sido desafiante académicamente y en términos de logística, pero los resultados son alentadores”, afirma.

El destrato con las “píldoras de la felicidad”

Para clarificar algunos términos: la ansiedad social no es un diagnóstico, sino un síntoma que enfrentan muchísimas personas. Por ejemplo, hablar o hacerse el chistoso frente a una gran audiencia puede disparar este síntoma. Por otro lado, el trastorno de ansiedad social o fobia social, sí es un diagnóstico para aquellas personas que encuentran mucha dificultad para funcionar socialmente. Alguien con este diagnóstico sufre un alto nivel de ansiedad social.

La medicación, una terapia hablada o la combinación de las dos son las maneras más frecuentes para tratar a estos pacientes. Los investigadores de la UNCyT se dieron a la empresa de examinar cuál de estas aproximaciones es la más efectiva.

“Muchos doctores y hospitales combinan medicamentos, como la ‘píldora de la felicidad’, con la terapia hablada cuando tratan pacientes dentro de este grupo. Funciona bien en pacientes con trastornos depresivos, pero en realidad tiene el efecto opuesto en los pacientes con trastorno de ansiedad social. No hay muchos profesionales de la salud que sean conscientes de esto”, dice Nordahl.

Las drogas disfrazan el problema

“Las píldoras de la felicidad”, como los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS), tienen fuertes efectos colaterales a nivel físico. Cuando el paciente ha utilizado esta medicación por algún tiempo y quiere reducir su toma, se producen sensaciones corporales similares a las de la fobia social. Los temblores, las ruborizaciones y los mareos en las situaciones sociales tienden a volver. Los pacientes terminan nuevamente en un estado de ansiedad social agudo.

“Los pacientes, con frecuencia, descansan más en la medicación y no le prestan tanta atención a la terapia. Piensan que son las drogas las que los harán más saludables, y que se volverán dependientes de algo externo, en vez de aprender a regularse por sí mismos. Entonces la medicación ‘camufla’ un descubrimiento muy importante del paciente: que aprendiendo técnicas efectivas, tendrán la habilidad de manejar la ansiedad por ellos mismos”, afirma Nordahl.

La ansiedad social, un problema de salud pública

El trastorno de ansiedad más común en nuestros días es el trastorno de ansiedad social. Es un problema de salud pública con grandes consecuencias negativas tanto para el individuo como para la sociedad. Cerca del doce por ciento de la población serán afectados durante su vida por este trastorno.

Mucho de los individuos afectados refieren que la ansiedad les ha obstaculizado su funcionamiento en su vida laboral y escolar. Esos son problemas que afectan negativamente la elección de su carrera, el ingreso al mercado laboral y el modo en que se adaptan a su entorno laboral. Incluso es una de las mayores causas de ausentismo.

A la gente con ansiedad social le da pavor estar en situaciones en que estén expuestos a la mirada crítica de los otros. Tienen miedo de que otros los miren, los juzguen y se hagan opiniones negativas de ellos. Especialmente teman la vergüenza de ser considerado nerviosos, débiles o estúpidos.

Hablar frente a grandes grupos, participar en una reunión de padres en la escuela, comer o escribir cuando otros están observando puede ser problemático para las personas que tienen este trastorno. Algunas personas están particularmente atemorizadas de que los otros sientan sus manos o su voz temblar, o que los vean sudando. Harán lo imposible para evitar esta clase de situaciones.

Incluso se apoyarán en algunas estrategias de afrontamiento para esconder su ansiedad, con lo que solo refuerzan el problema.

La terapia cognitiva es un tratamiento en que el terapeuta trabaja para que los pacientes acepten su miedo, para arrimarse a las situaciones desafiantes para que cambien su atención en esos momentos hacia lo que ellos realmente quieren decir y hacer. En otras palabras: aceptar internamente y enfocarse externamente.

Récord mundial en el tratamiento de la ansiedad social

terapia cognitiva

Los investigadores de la UNCyT crearon un proyecto para comparar los métodos más reconocidos para el tratamiento de los trastornos de ansiedad social. Más de 100 participantes tomaron parte en el estudio y fueron divididos en cuatro grupos.

El primer grupo recibió solamente la medicación, el segundo sólo la terapia, el tercer grupo recibió un tratamiento combinado, mientras que el cuarto grupo recibió una píldora placebo. Los cuatro grupos fueron comparados a lo largo del estudio, y los investigadores realizaron evaluaciones de seguimiento con ellos incluso un año después que terminara el tratamiento.

Durante el tratamiento e inmediatamente después, los pacientes en los grupos dos y tres se manejaron de la misma manera. Pero luego de un año, estuvo claro que los participantes del grupo dos, aquellos que sólo recibieron la terapia cognitiva, tuvieron mejores resultados.

Solamente con la ayuda de la terapia cognitiva los investigadores lograron incrementar la proporción de recuperación de los pacientes con trastorno por ansiedad social, en un 20-25% comparado con los datos normativos para este grupo.

“Este es el tratamiento más efectivo para este grupo de pacientes. El tratamiento de la enfermedad mental no es tan efectivo como tratar un hueso roto, pero aquí hemos mostrado que el tratamiento de los trastornos psiquiátricos puede ser igualmente efectivo”, establece Nordahl.

Muchos pacientes no reciben un tratamiento adecuado

Torkil Berge es un psicólogo del Hospital Diakobhjemmet en Oslo y el director de la Asociación Noruega para la Terapia Cognitiva. Él dice que el trastorno de ansiedad social es un problema de salud pública con grandes consecuencias negativas para el individuo y para la sociedad. Cerca del 12% de la población se verá afectada por esta enfermedad a lo largo de su vida.

“Este es un trastorno escondido, y muchos pacientes encuentran dificultad para comunicar su lucha interna a sus proveedores de salud. Miles y miles de personas terminan por no recibir el tratamiento adecuado. Y aquellos que sí lo reciben, lo más probable es que sólo reciban las drogas”, asevera Berge.

“Me puedo imaginar que la combinación del tratamiento farmacológico y la terapia cognitiva no es la mejor aproximación, tal como han establecido los investigadores de la UNCyT en este estudio”, dijo.

Usando la terapia metacognitiva

Nordahl y el resto del equipo de investigación también han trabajado para mejorar el estándar de la terapia cognitiva. Le han añadido nuevos elementos de procesamiento, que han mostrado mayor efectividad.

“Estamos usando lo que ha dado en llamarse terapia metacognitiva, esto es, que trabajamos con los pensamientos del paciente y sus recciones y creencias acerca de esos pensamientos. Nos ocupamos de su rumiación y de la preocupación acerca de cómo funcionan en situaciones sociales. Aprender a regular sus procesos atencionales y entrenarlos en tareas mentales son elementos terapéuticos nuevos con un enorme potencial para este grupo de pacientes”, dice Nordahl.

Estos investigadores ahora esperan poder una terapia cognitiva estandarizada mas adelante para tratar pacientes que sufren de trastornos de ansiedad social.

 

Por la Universidad Noruega de Ciencia y Tecnología para Science Daily.

Referencias

  • The Norwegian University of Science and Technology (NTNU). "A cure for social anxiety disorders." ScienceDaily. ScienceDaily, 21 December 2016. <www.sciencedaily.com/releases/2016/12/161221090117.htm>.
  • Hans M. Nordahl, Patrick A. Vogel, Gunnar Morken, Tore C. Stiles, Pål Sandvik, Adrian Wells. Paroxetine, Cognitive Therapy or Their Combination in the Treatment of Social Anxiety Disorder with and without Avoidant Personality Disorder: A Randomized Clinical TrialPsychotherapy and Psychosomatics, 2016; 85 (6): 346 DOI: 1159/000447013
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